jueves, 20 de noviembre de 2008

"Érase una vez un cuento al revés"

La detención de Andrés P.G. causó gran impresión en todo el pueblo, puesto que Andrés a simple vista parecía una buena persona, muy amable y simpática, hasta que después de esta detención lo condenasen a 5 años de cárcel por robo de unas joyas.
Lo habían acusado como presunto autor del robo de unas joyas en la casa de Mr. Magorium.

Las joyas desaparecidas tenían un valor incalculable, ya que el dueño de éstas era joyero, y tenía en su poder diamantes, rubíes y esmeraldas.
El joyero (Mr. Magorium), ofrecía 50.000$ al que encontrase las joyas y se las devolviese en perfecto estado.

Últimamente, varias personas de entre 20 y 30 años aproximadamente habían estado rondando por la zona. No parecían sospechosos hasta que apareció Andrés por allí y les dijo que si ya habían robado las joyas. Ellos le dijeron que sí, y se las entregaron en una bolsita negra.

Justo en ese momento apareció la policía y los detuvo a todos, pero como no tenían pruebas suficientes para encarcelarlos a todos, solo metieron a Andrés en la cárcel, porque era el que tenía las joyas en las manos.

Las joyas fueron devueltas a su dueño, y como las tenían los propios ladrones, el dinero de la recompensa no se lo llevó nadie.